Los mejores aspectos de este hotel en el barco incluyen la ubicación, personal agradable y la iluminación elegante en las habitaciones con tiras de LED. La ubicación es conveniente, a solo 15 minutos a pie del Parlamento y con vistas impresionantes al río. El personal del hotel es amable y servicial. Además, las habitaciones son acogedoras y despertarse con las vistas al río es maravilloso.

No había wi-fi en las habitaciones. A poca distancia se encuentra el parlamento.

Las habitaciones con baño compartido están en la sentina del barco y realmente son de 1x1. No aconsejables si puedes elige otra

Una experiencia única y relajante en el corazón de Budapest. El desayuno en el restaurante con vistas al río Danubio es simplemente espectacular. Además, pude disfrutar de instalaciones deportivas y de ocio como la piscina y el parque acuático. ¡Todo un paraíso en un barco-hotel!

La temperatura de la habitación estaba un poco fría.

Hotel muy agradable sobre la costa del Danubio, y con el tranvia n°2 se llega facilmente al centro. Muy bueno el desayuno.

Se encuentra en un excelente enclave de Budapest, en la frontera del centro

Buena ubicación en el río Danubio, a poca distancia del Parlamento. Experiencia única en un barco. Personal agradable. Iluminación elegante en la habitación con tiras de LED en el techo. El desayuno variado y la cena en la cubierta ofrecen buenas vistas.

elegimos este hotel por la curiosidad de estar en un barco anclado, aunque después tampoco es mucha la diferencia con otro normal. el personal mejor si no hay mucho trato con ellos porque son bastante parcos y no te ayudan en nada. bien ubicado si vas en coche porque no tienes que meterte en la ciudad y hay parking, si vas a pie hay un tranvia bastante cercano. si volviera cogeria un hotel normal más céntrico.

El propbar la experiencia de pasar unos cuantos días en un Barco a modo de hotel. El centro no está demasiado lejos y el paseo es agradable.

Bueno, a pesar de que nos dieron un gran camarote, éste tenía 7 grandes ventanales que no se podían abrir y hacían un efecto invernadero muy desagradable por el calor insoportable que había en la habitación. Sólo un aparato de aire acondicionado no era en absoluto suficiente para aclimatar el camarote, que llegó a alcanyar temperaturas de 45 grados C. Algunas noches tuvimos que dormir en la cubierta!!! (sacamos los colchoncillos, sábanas y almohadas fuera)

El desayuno variado con leche, zumos, tés, café, cereales, fruta. La cena en la cubierta con buenas vistas, personal amable y buena comida.

Me sentí como en un cuento de hadas, no tengo ninguna queja.

éS una manera diferent de passar uns dies visitant la ciutat. El bufet de l'esmorzar no era molt extens, però estava molt bé. Molt tranquil.

La wifi no sempre funcionava.

Las vistas - desde nuestra habitación se veía la los barcos navegando por el Danube! También es bastante céntrico, y el desayuno fue genial.

Todo muy cómodo y a muy buen precio, ¡lo recomiendo!

El hotel está bien situado, a poca distancia del centro y con buena combinación de transporte público. Las habitaciones son pequeñas pero acogedoras, con camas cómodas que permiten descansar bien. Además, las vistas tanto de día como de noche son bonitas, con la isla Margarita y Pest en el horizonte.

El baño es minúsculo y puede resultar incómodo para algunos huéspedes.

Me ha encantado el hotel. El enclave es fantástico y el barco muy grande. La habitación, doble con dos camas y baño, me pareció muy adecuada.

No, disfruté mucho mi estancia.

Sus vistas por la noche son magnificas. Y el hecho de ser un barco anclado en el Danubio le confiere un gran romanticismo. Elegante pero sin llegar a empalagar, es un alojamiento de lo más recomendable. Desayuno magnífico, y su restaurante también es digno de mención.